El mewing es una técnica de alineación dental que se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años. Consiste en mejorar la postura de la mandíbula y los dientes mediante la realización de ejercicios específicos y cambios en la forma en que se mastica y se deglute. A continuación, se explicará cómo hacer mewing correctamente para lograr resultados óptimos.
Antes de comenzar a hacer mewing, es importante tener una buena comprensión de la anatomía de la boca y la mandíbula. La mandíbula debe estar en una posición neutra, lo que significa que los dientes superiores deben estar alineados con los inferiores y la lengua debe estar presionando contra el paladar duro en la parte posterior de la boca. Esto ayuda a mantener la mandíbula en su lugar y previene el desarrollo de problemas como la mordida abierta posterior o la mordida cruzada.
Una vez que se entiende cómo debe estar la mandíbula en una posición neutra, es importante concentrarse en la técnica de masticación. La técnica correcta de masticación implica masticar los alimentos lentamente y completamente antes de tragar. Esto ayuda a fortalecer los músculos de la mandíbula y mejorar la alineación dental. Es importante también tratar de masticar con los dientes superiores e inferiores alineados, esto ayudará a mantener la mandíbula en su posición neutra.
La lengua también desempeña un papel importante en el mewing correcto. La lengua debe estar presionando contra el paladar duro en la parte posterior de la boca durante la masticación y la deglución. Esto ayuda a mantener la mandíbula en su lugar y previene la formación de problemas como la mordida abierta posterior. Es importante practicar la técnica de la lengua y tratar de mantenerla en su posición correcta durante todo el día, no solo durante la masticación.
Además de la masticación y la técnica de la lengua, hay varios ejercicios específicos que se pueden realizar para mejorar la postura de la mandíbula y los dientes. Un ejemplo es el ejercicio de la lengua, que consiste en presionar la lengua contra el paladar duro en la parte posterior de la boca durante varios minutos al día.
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